La Reserva Natural del volcán Montsacopa: un balcón sobre Olot

Pocas ciudades pueden presumir como Olot de tener un volcán urbano. Enclavado en el corazón del tejido de la villa, el volcán Montsacopa ofrece una escapada singular, ya que emerge como un balcón natural desde el cual se puede admirar la impresionante panorámica de 360º sobre la ciudad. Este volcán dormido es, por tanto, uno de los testigos vivos de la actividad geológica que caracterizó la Garrotxa.

Una vez en la cima, dejaos cautivar por el cráter perfectamente circular y recorred sus laderas verdes: son el lugar ideal para una caminata relajante o una tarde de reflexión. Admirad desde la cima las vistas imprescindibles de la ciudad y otros volcanes de la zona, que se han convertido en un punto de referencia para fotógrafos y amantes de la naturaleza. Además, la presencia de dos torres de vigilancia de la época de las guerras carlistas (s. XIX) añade un toque histórico al paisaje natural, recordando los tiempos en que estas construcciones vigilaban el valle.

Un volcán, también llamado por los olotenses volcán de Sant Francesc (tomando el nombre de la iglesia que lo corona), que convive armónicamente con la ciudad que lo rodea. Una ruta señalizada y de fácil acceso permite a familias, paseantes y curiosos de todas las edades disfrutar de una experiencia natural rica en perspectivas e historia. La mejor manera de completarla: visitar el Espai Cràter, al pie del mismo volcán. ¡Una exposición completamente interactiva para convertiros en expertos en vulcanismo!