El casco antiguo de Santa Pau: respirando historia

Pasear por el casco antiguo de Santa Pau es como retroceder en el tiempo hasta la época medieval. Este pueblo con encanto, uno de los principales focos turísticos de la Garrotxa, ha mantenido su esencia hasta nuestros días, lo cual lo ha convertido en una visita obligatoria para aquellos que quieran conocer el patrimonio medieval de Cataluña, ya que tuvo un papel crucial en plena revuelta remensa.

La historia de Santa Pau se narra a partir del trazado original de sus callejones estrechos y empedrados que se ramifican partiendo de la plaza Major, una hermosa plaza porticada donde antiguamente se celebraban los mercados y ferias y que hoy alberga diferentes establecimientos gastronómicos. La plaza está presidida por la iglesia de Santa Maria, de estilo gótico, vecina del impresionante Castillo de Santa Pau, que aún conserva unos interesantes ventanales góticos, vestigios de la construcción original posteriormente modificada. De igual manera, se mantienen numerosos detalles como dinteles, puertas y ventanas con rejas de hierro forjado en todo el casco antiguo de Santa Pau.

No olvidéis que este pueblo medieval con encanto es el escenario perfecto para degustar una joya culinaria autóctona: los fesols de Santa Pau (DOP), una variedad local de judías finas y con un sabor delicado que les confiere la tierra volcánica en la que están cultivadas.

Además, su proximidad al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa hace que visitar Santa Pau se convierta en una combinación perfecta de cultura y naturaleza, con una amplia oferta de actividades, consultables en la Oficina de Turismo.