La llanura y la montaña se alternan de forma armoniosa, con cultivos y bosques, que lo hacen uno de los municipios más bellos de la Garrotxa.
Las ermitas de Sant Martí del Corb y la de Sant Miquel del Corb (románicas) ponen de manifiesto su antigüedad. La leyenda de la villa nos habla del lago que ocupaba a llanura de Bas, de donde provienen los nombres de las ancestrales masías de la Mata, la Boada, la Torre, la Avellana.
El espectáculo volcánico está presente en el municipio en varios aspectos, el más espectacular de los cuales es el Área Recreativa de Xenacs, mirador natural del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
Una serie de actividades organizadas, así como los itinerarios señalizados para pasear a pie o en bicicleta, permiten conocer y disfrutar del municipio.
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