Sant Pere y Sant Vicenç: ecos románicos en Besalú
Pocos ejemplos arquitectónicos evocan tan bien la historia como los que ofrece Besalú, tanto por su valor de conjunto como por el de los elementos individuales que lo conforman y que nos narran el pasado medieval de la villa de Bisuldunum, condado independiente desde el siglo X hasta el XII, concretamente en el año 1111, cuando el condado de Besalú se incorpora al de Barcelona.
En el corazón del municipio, el monasterio de Sant Pere de Besalú y la iglesia de Sant Vicenç se erigen como testigos del esplendor románico que caracteriza a esta villa medieval, y nos ayudan a comprender mejor la vida social y religiosa de una época en la que estas iglesias eran centros neurálgicos de la comunidad.
La iglesia de Sant Pere de Besalú, parte de un antiguo monasterio fundado en el año 977, destaca por la originalidad de su deambulatorio, un espacio de paso exclusivo para los numerosos peregrinos que transitaban por Besalú en la época medieval. Por su parte, la iglesia de Sant Vicenç, situada en el corazón de la plaza Major, domina el entorno con su imponente fachada y una sobriedad interior con una desnudez casi total de elementos decorativos, interrumpida solo por la ventana y el rosetón del ábside.
Con el sonido de las campanas de fondo que os transportarán a tiempos lejanos, disfrutad desde la perspectiva de la plaza del Prat de Sant Pere de este conjunto románico que ha llegado a ser incluso plató cinematográfico.