El mikvé y la sinagoga de Besalú: descubriendo el pasado judío de Besalú
El descubrimiento fortuito del mikvé de Besalú en 1964 abrió una ventana fascinante a la vida de la sociedad judía que prosperó en esta villa durante la Edad Media y a la huella que dejó en su centro histórico, donde habitó durante más de cinco siglos.
El mikvé, que en hebreo significa “agua viva”, es un espacio para el baño ritual de purificación judío. Esta piscina subterránea de estilo románico es una de las mejor conservadas de Europa y una de las únicas tres descubiertas en la península ibérica.
El mikvé era una parte anexa a la sinagoga, el lugar de reunión para el culto hebreo y núcleo de la judería, el centro de la vida cultural judía. La ubicación que ocupaban todos estos espacios, en la plaza actualmente llamada Plaça dels Jueus, ha sido musealizada junto con el Portal dels Jueus y el espléndido mirador a la fachada fluvial.
Estos restos arqueológicos destacan por su alto grado de conservación, pero también por ser uno de los espacios más evocadores y únicos en su género: la luz natural que entra por la ventana del mikvé y los reflejos en el agua dibujan una escena de belleza hipnótica. Un espectáculo sereno que parece querer homenajear la tolerancia, la convivencia y el respeto entre pueblos, valores imprescindibles aún en el mundo actual.
La villa de Besalú organiza a principios de marzo la actividad Besalú, ciutat jueva (Besalú, ciudad judía), recreación histórica centrada en la evocación de la comunidad judía medieval. Además, durante todo el año se pueden realizar visitas guiadas organizadas por la Oficina de Turismo de Besalú.