El Parque de Pedra Tosca: el patrimonio de la piedra seca en la Garrotxa
Situado en el corazón del Bosc de Tosca, entre los municipios de Olot y les Preses, se extiende entre tossols (pequeños cerros) y artigues (terrenos antiguamente cultivados y luego cubiertos por el bosque) este espacio aparentemente inhóspito. Creado a partir de la colada de lava del volcán Puig Jordà hace unos 17.000 años, desde 1982 forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa por su gran valor ecológico.
Es una zona que debe su nombre a la gran presencia de piedras toscas (volcánicas) que dificultaban el acceso a la tierra y su aprovechamiento para el cultivo. Sin embargo, los habitantes de la zona volcánica de la Garrotxa saben que el suelo volcánico es de dureza extrema, pero fértil. Y las piedras volcánicas, porosas y ligeras, esconden detrás de su aparente fragilidad una sorprendente durabilidad. Así, con el paso de los años, y construyendo con la técnica tradicional de la piedra seca, se levantaron más de 100 cabañas de piedra seca y 50 kilómetros de muros que delimitaron los cultivos que se iban plantando.
Ejemplo de la tenacidad humana y la búsqueda de nuevos espacios donde cultivar debido a la necesidad, el espacio vivió una profunda transformación debido a la actividad humana, que alteró completamente su apariencia durante más de 150 años, hasta que se abandonó. Actualmente, un delicado trabajo de recuperación del paisaje ha conseguido preservar la herencia cultural promoviendo la conservación natural, tarea que ha sido merecedora de numerosos reconocimientos, como el Premio Europeo de Paisaje Rosa Barba en 2006, otorgado a la intervención realizada por el equipo de arquitectos RCR-Arquitectes, que os recomendamos visitar siguiendo los itinerarios del parque.
Visitar el Parque de Pedra Tosca mientras paseáis a través del laberinto de muros de piedra, exploráis las cabañas rurales o sentís el fresco a través de los bufadores (pequeñas aperturas naturales que proporcionan aire fresco todo el año) se convierte en una experiencia inmersiva.
S’hi pot fer un itinerari curt i un de llarg.