El puente viejo de Besalú: una puerta a la historia
Emergiendo de la niebla del tiempo, el puente viejo es un portal majestuoso a uno de los pueblos medievales mejor conservados de Catalunya: Besalú. Esta obra de ingeniería de la época románica ha desafiado el paso de los años en un excelente estado de conservación debido a las remodelaciones posteriores que, sin embargo, no le han restado nada de magia.
Este icónico puente esbelto, diseñado para evitar que la fuerza del agua lo dañara a él y a las casas cercanas, se ha convertido en un símbolo de este municipio de la Garrotxa. Con su torre fortificada de planta hexagonal, sus 105 metros de largo y siete imponentes arcos, conecta pasado y presente, y cautiva la imaginación de visitantes de todo el mundo, incluidos escritores y cineastas.
Atravesad esta puerta y os adentraréis, entre fascinantes calles de piedra, en las tiendas donde comprar un recuerdo especial de este hermoso día o en los restaurantes donde comer alguna especialidad. O dejaos llevar en este viaje al pasado de una manera más inmersiva en la Fira Besalú Medieval, la feria que se celebra el primer fin de semana de septiembre.
Pero si lo que buscáis es una experiencia inusual, podéis visitar el puente viejo de Besalú desde abajo: hay un itinerario apto para todos los públicos, a pie o en bici, que sigue el lecho del Fluvià por la zona conocida como la Anella Verda.
Transitar por el puente viejo de Besalú, ya sea por debajo o por encima, es una experiencia imprescindible durante la cual no podréis dejar de hacer fotos a sus infinitos rincones idílicos.