La ruta por el municipio comienza en Sant Pere de Lligordà, iglesia del siglo XII con la puerta orientada a la fachada de mediodía, una nave de planta rectangular y ábside semicircular. Continuamos hacia Santa Maria de Palera, también del siglo XII, un edificio de una nave con una bóveda de cañón reforzada por dos arcos torales y copa a levante con ábside semicircular. Contenía una virgen gótica cortada en alabastro, que se puede ver en el Museo de Arte de Girona.
El siguiente punto de interés es el Santo Sepulcro de Palera, una notable construcción románica del siglo XI. El templo, consagrado en 1085, está formado por sillares bien cortados, de dimensiones considerables. Consta de tres naves, la central con bóveda de cañón y las laterales de cuarto de círculo, sostenidas por pilares rectangulares con sus correspondientes ábsides. El campanario, de pared de dos ojos, se levanta sobre la fachada de poniente.
Otro de los atractivos lo encontraremos en la iglesia de Sant Feliu de Beuda, del siglo XI, con un valioso fregadero bautismal del siglo XII decorado con figuras en relieves y arquillos ciegos. La ruta continúa en Santa María de Segueró, una iglesia románica del siglo XI de una sola nave, que conserva una imagen policromada de la Virgen (siglo XIV) cortada en alabastro.
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